Este caso de Visitantes de Dormitorio ocurrió el lunes 5 de octubre de 2009
entre las 2,30 hs y las 3,00 hs de la mañana.
La
protagonista es una mujer de 48 años,
profesional muy culta, que vive con su esposo y sus dos hijas en la
localidad de Martínez en la zona norte del Gran Buenos Aires.
Esa
noche, en el momento en que se desata una fuerte tormenta en la zona, la
presión de una mano en su espalda la despierta de un sueño muy profundo. Vio de
reojo un pequeño ser que estaba ubicado entre ella y su marido en la cama, y
percibió que le hablaba al oído, sin recordar qué le decía, pero sin sentir
temor. Su tamaño era aproximadamente de 80 cm. y su piel era clara, aunque no
pudo observar detalles del rostro.
El
tacto del ser, tenía la temperatura del cuerpo humano.
Se
levantó de la cama aún estando el pequeño ser en la misma al lado de su esposo,
y verificó la casa antes de volver a su dormitorio. Al hacerlo, quiso despertar
a su marido para contarle lo sucedido, pero no pudo lograrlo por más que
insistió. El ser ya no estaba allí.
Este
fue un incidente muy extraño para ella, a quien llamaremos Jimena, pues no
desea ningún tipo de publicidad y nos pide que preservemos sus nombres, tanto
de ella como de su familia.
Al
interrogarla según la encuesta que realizamos de forma corriente en estos
casos, a partir de esa noche se están secando las plantas de la casa, sobre
todo una que tiene en la puerta de entrada y otra que se encuentra cerca de un ventanal. En esa misma zona, un
tomacorriente no recibe electricidad, no funciona un teléfono inalámbrico, se
quemaron algunos aparatos electrodomésticos y la computadora falla.
Siguiendo
con la encuesta, responde que desde siempre en sus quince años de casada
aparece de vez en cuando sangre en las almohadas tanto de ella como de su
marido, sin saber cómo se producen las hemorragias sin darse cuenta en horas
nocturnas. De todas maneras nos comenta que su marido Héctor tiene hemorragias
nasales frecuentes, como también sus hijas, sobre todo la menor Milena, cuyos
sangrados son tan abundantes que traspasa las sábanas.
Tanto
Milena como su mamá, tienen zumbidos en los oídos.
Siguiendo
con las preguntas, al inquirir si tiene miedos irracionales o fobias, Jimena
responde que tiene miedo irracional al quirófano y al dentista, a lo que no
encuentra ninguna explicación, y a los reptiles.
Tiene
también lapsos de tiempo perdido. Nos explicaba que podía estar caminando y de
improviso sentir huecos en el tiempo, que percibía por sus pensamientos,
diciéndose ¿No estaba pensando en otra cosa?, o
¿Cómo llegué aquí?
Preguntamos
también si tuvo embarazos perdidos a lo que respondió afirmativamente: entre su
primera hija Angélica y Milena , hubo tres embarazos perdidos a los tres meses
de gestación, con hemorragias de diez días con eliminación completa de
placenta, saco embrionario y sin rastros del feto, según los resultados de las
ecografías que se realizara oportunamente. No tiene recuerdos de haber visto
los fetos en ninguno de los casos de pérdida.
Jimena
tiene sangre de tipo A factor Rh negativo, su esposo Héctor tiene sangre de
tipo A factor Rh positivo, mientras que su hija mayor de nueve años tiene
sangre del grupo 0 factor Rh positivo. Jimena no recuerda qué tipo y factor de
sangre tiene su hija menor, de cuatro años.
Análisis
Preliminar
Según
lo relatado, podemos decir que estamos frente a un caso real de Visitantes de
Dormitorio, ya que se dan en él varias de las pautas que acompañan estos
sucesos en el aspecto físico del lugar y en el aspecto fisiológico de los
protagonistas.
Aparentemente
por los datos recogidos en esta primera encuesta, toda la familia está
involucrada en la experiencia.
Como
se puede observar en el relato, hay desperfectos eléctricos en la casa en zonas
específicas (tomacorriente). Aparatos electrodomésticos que dejan de funcionar
(computadora, teléfono inalámbrico, lustraenceradora).
En
los protagonistas son sugestivos las hemorragias nasales, los zumbidos en oídos
(acúfenos), las fobias que sufre Jimena (dentista y quirófano). Este tópico es
particularmente interesante, pues la fobia parece estar relacionada con la
camilla o el sillón quirúrgico, lo que provoca en ella un estrés muy marcado,
que la ha hecho reflexionar si no existe una razón específica detrás que su
mente oculta.
Cuando
indagamos sobre esto, su terror irracional parece remontarse a un recuerdo
nebuloso en su memoria de un lugar frío, desconocido, en el que se sintió
desamparada, pero que aparece en su etapa adulta y no en su infancia.
Posiblemente estemos frente al síndrome de estrés post traumático que se
produce luego de las visitas o las abducciones.
Otro
dato no menos importante, que para nosotros se incluye en las pautas de los
aspectos fisiológicos de los visitados es el de la sangre.
Desde
que estudiamos estos casos, hemos tratado de encontrar un denominador común que
nos diga por qué estas personas son elegidas para estas experimentaciones que
se realizan sin su consentimiento, en las que se les invade físicamente
extrayéndoles tejidos o colocándoles implantes.
Aquí,
tenemos al padre con sangre A Rh positivo.
La
madre con sangre A Rh negativo
La
hija con sangre 0 Rh positivo.
En
este caso, como en los otros estudiados durante estos 23 años de investigación,
también se da el cambio de la sangre en los hijos.
Y
otro factor muy importante para tomar este caso como verdadera Visita de
Dormitorio, lo constituye la pérdida de esos tres embarazos de Jimena, de los
que no quedó absolutamente nada sin tener que realizarse un legrado, en ninguna
de las tres ocasiones.
Es
de destacar que fue Jimena quien vio al ser en su cuarto y en su cama entre
ella y su marido, pero creemos que Héctor es también protagonista ya que
presenta varias de las pautas que conocemos en estos casos:
Sus
hemorragias nasales son frecuentes.
Presenta
signos de estrés post traumático no tan marcados como su esposa: ansiedad,
sentimiento de falta, baja autoestima, irritaciones en garganta, ojos, etc.
Tiene además uno de los tipos de sangre que mayormente hemos encontrado en los
estudios realizados, no así Jimena, siendo en nuestros casos la primera que
encontramos con sangre factor Rh negativo.
Otra
pauta importante es que Héctor no salió de su sueño a pesar que su esposa intentó despertarlo, llamándolo y
tironeándole de su brazo, sobre todo teniendo en cuenta que se había desatado
un temporal con granizo que golpeaba con fuerza la casa.
Jimena
no reaccionó negativamente frente al ser que los acompañaba, no tuvo miedo, es
más, pensó en un perro; animal que ama, aunque en la casa no hay ninguno.
Según
vemos en el relato, ella no estaba paralizada, como suele suceder cuando el
protagonista es quien sufre la invasión de sondas o bisturíes en su cuerpo. Por
lo tanto no podemos decir en este caso sobre su experiencia que se trate de
parálisis del sueño.
Pero
sí podemos inferir que esa noche el “visitado” haya sido Héctor, que no tuvo
ninguna reacción ante el visitante invasor, ni a los intentos de despertarlo de
Jimena, ni a los intensos ruidos de la tormenta que se desarrollaba afuera.
El
hecho de que Jimena se despierte ante la llamada de un ser extraño, no tenga miedo
y se levante, (siendo abundantes los ejemplos en la casuística), tal vez
obedezca a una inducción telepática por parte del visitante, para poder
realizar su cometido en el cuerpo de Héctor .A este tipo de sucesos se le llama
comúnmente “Control OVNI”.
Se
agrega éste a los otros cuatro casos de Visitantes de Dormitorio que hemos
registrado y que estamos investigando en la zona Norte del Gran Buenos Aires.
Por
supuesto, la investigación debe continuar y seguiremos encuestando a los
protagonistas esperando saber cómo se desenvuelven en el futuro sus experiencias.
Entendemos que aparece en los protagonistas el estrés oxidativo por la inhibición del ciclo de Krebs en las mitrocondrias. Esto se verifica por el cansancio extremo que informa Jimena con respecto a su persona y la de su marido. Los análisis clínicos que ella se ha realizado dan cuenta de faltantes de hierro (anemia), de magnesio y fósforo, tal como ha ocurrido con otros protagonistas de casos similares.
LA
INVESTIGACIÓN CASO JIMENA:
SURGEN
RECUERDOS.
Luego
de un año de la investigación preliminar con el relato de Jimena del ser en su
cama entre su marido y ella y el afloramiento de los recuerdos de sus
experiencias de sangrados tanto en lo personal como de su marido y sus hijas, estando
en nuestra casa, vio casualmente un dibujo que yo misma realicé. Es la copia de
una carbonilla de gran tamaño de un desnudo que cuelga de la pared del living
cuya autora es mi hermana la artista plástica Alicia Flotta.
Yo
simplemente copié la figura de la mujer, en el cuadro desnuda, pero le agregué
un velo en el cuerpo, tapando su desnudez, pero con la insinuación de su
cuerpo. En el cuadro, detrás y mirándola se encuentra el torso de un hombre, cuyo rostro se ve definido, aunque no
así el de la mujer. Ella reposa sobre una pequeña cama, y de esa forma la
dibujé.
Al
ver el dibujo, Jimena me sorprendió diciéndome “eso lo conozco…hay una luz muy
fuerte arriba, la camilla es fría y como de acero inoxidable. Hay varios seres
alrededor como de un metro de altura. Tienen los ojos muy grandes y uno me mira
de muy cerca, los otros extienden los brazos y me tocan y siento algo que
introducen en el cuerpo…”
Mi
sorpresa ante este recuerdo que afloró por un
simple dibujo, copia de la obra que Jimena siempre vio en mi casa, cada
vez que nos reunimos para hablar de sus experiencias, me dejó atónita. La obra
nunca le llamó la atención, sin embargo una simple diferencia que agregué en mi
dibujo, despertó en ella esos recuerdos del lugar donde cree haber estado,
componiendo el cuadro vivido por completo.
Empalideció
súbitamente y recordó sus tres embarazos perdidos, como si relacionara éstos
con el lugar y la mujer en la camilla fría, la introducción de sondas y la
extracción de tejido de su cuerpo. Se vio totalmente reflejada y me dejó en
total sorpresa ante la situación.
No
seguí indagando en ese momento, pues emergió el llanto ante el recuerdo de sus
pérdidas y la evidente emoción de haber sido objeto de vejámenes por parte de
esas criaturas.
La
tranquilicé en lo posible, diciéndole que tal vez sus hijos no se habían
perdido, sino que estarían en otro lugar, llevando una vida para la que habían
sido concebidos. Eso la tranquilizó,
pero no seguí indagando y por la situación de la familia y las vivencias que
han estado teniendo por problemas varios, no me pareció conveniente insistir en
la investigación ni mucho menos tratar de hacer una hipnosis. Es evidente que
el caso queda abierto para una posterior investigación a fondo de la abducción sufrida
por Jimena.
Obra realizada por la artista plástica Alicia Flotta
Dibujo de mi autoría, copiado del cuadro de Alicia Flotta con el agregado de un velo cubriendo la figura femenina que despertara recuerdos de una posible abducción.
Liliana Flotta
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