VISITANTES DE DORMITORIO EN BRASIL
CASO JACKSON L.
En el mes de diciembre de 2012, tuvimos el honor de ser
invitados por el gran investigador Brasileño Ademar Gevaerd, quien organizó y
llevó con un total éxito el IV FORUM MUNDIAL DE UFOLOGÍA en la hermosa Ciudad
de Foz de Iguazú.
Nos llevamos una sorpresa muy
grata con la recepción que nos dieran
los hermanos brasileños, pero fue mucho más grande la sorpresa, cuando se
acercaron varios protagonistas de casos de Visitantes de Dormitorio, tanto
antes de dar nuestra breve exposición, como después.
Uno de estos casos, es el de Jackson
y su familia.
Jackson es un hombre muy
preparado, periodista de profesión, de conversación agradable, que demuestra
esa bondad de las personas sanas y que reflejan en sus gestos y se ven en sus
ojos.
Se acercó específicamente a
nosotros para comentarnos su caso, en el que se involucra toda la familia.
Los acontecimientos comenzaron en
el año 2007, específicamente con las marcas físicas que aparecían de la noche a
la mañana en los niños. Esta fue una situación de mucha tensión para Jack y su
esposa, pues esas extrañas marcas aparecían muy visibles y fueron llamados por
las autoridades a declarar con respecto a este particular, debido a las leyes
de la República del Brasil con respecto a la Protección de Menores.
Por supuesto, gracias al
seguimiento que se hizo en el orden familiar a través de las autoridades, se llegó
a la conclusión que en este caso, no existía maltrato alguno en los niños de
parte de los padres.
Pero la realidad, es que en este
tipo de circunstancias no hay preparación alguna en el ámbito institucional, en
ningún país del mundo.
Apenas en estos últimos años, los
investigadores de este fenómeno derivado de la Ufología, nos estamos
familiarizando con lo que ocurre en la vida de los protagonistas. Por ese
motivo, Jackson se acercó a nosotros para ponernos al tanto de las vivencias de
su familia.
Una de esas noches de 2007, en la
que todos fueron visitados por entidades, Jackson despierta por el aullido
incesante de los gatos del vecindario y ve en ese momento una figura que sale
de la habitación a través del techo, percibiendo un sonido como de algo que se
desinflaba.
Desde esa noche, su hijo Tiago
presenta marcas como de quemadura en sus brazos, dos espirales estiradas hacia
abajo en espejo, divididas por la articulación del antebrazo (situación que
derivó en la averiguación y seguimiento de las autoridades Brasileñas).
Su pequeña hijita Amanda, un bebé
de pocos meses, aparece la misma noche con marcas en el hombro y brazo, también
con apariencia de quemadura en cuadrados pequeños, formando un patrón.
Podemos comparar estas marcas con
las que observamos en otros protagonistas como en el caso Hebe, que aparecieron
sobre su clavícula y sus caderas en 1990.
Jackson tiene sueños recurrentes
desde esa época, en el que un “gusano” sale de sus dedos, o alguien los quita
con una pinza. En el sueño siente dolor en los dedos, y persiste al despertar.
Tiene una visible cicatriz en el
dedo mayor de la mano izquierda, pero no recuerdos de cómo se hirió.
Una situación muy interesante en
este caso que nos ocupa, es lo ocurrido con su hijo Rafael, hoy de doce (12)
años de edad.
Rafael nació con señales de haber
sido intervenido en el vientre materno de Labio Leporino, con una cicatrización
perfecta, pero visible en su labio superior.
Los médicos no podían explicarse quién había llevado a
cabo una cirugía intrauterina en el feto, con tanta precisión y con tan excelente
resultado, que apenas era notorio, y sólo para cirujanos entendidos.
Para Jackson y su esposa, no
caben dudas de que son intervenciones de entidades extrañas, las que llamamos
Visitantes de Dormitorio y tampoco quedan dudas para nosotros.
Las pautas se repiten: Sangre del
padre de grupo y factor RH común en estos casos, visión consciente del
protagonista del escape del visitante a través de materia sólida; marcas y
cicatrices de todos los protagonistas de la familia. Y lo más llamativo, la
intervención benéfica en el vientre materno de una deformación congénita en el
feto.
Aquí también podemos hacer
algunas comparaciones con el caso vivido por una de nuestras investigadas,
Sandra, cuando antes de ser intervenida quirúrgicamente en el Hospital Vélez Sarsfield
de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, los visitantes hicieron la
intervención extirpando varios fibromas, caso que fue confirmado, bajo la
sorpresa de los médicos intervinientes, en la fecha que la paciente tenía que
ser operada.
En el caso de J.S. bajo hipnosis
realizada por el Dr. J.L. Cabouli, aparecen también recuerdos de la
intervención de los seres en el vientre materno.
Las pautas se repiten una y otra
vez, en cualquier lugar del mundo.
Pero creemos que es importante
hacer notar que hay intervenciones benéficas para los protagonistas como en
este caso, así como la mejora de la calidad intelectual a través del CI, que
siempre va en aumento, y la mejor adaptación de los protagonistas en la faceta
psicológica, pese a su desazón con respecto a lo desconocido.
Liliana Flotta
Foto del brazo de Tiago mostrando sus cicatrices espirales en espejo.
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